miércoles, 25 de abril de 2018

Representación esquemáticas de los centros principales del cerebro.


La afectación de la cerebral media es lo más frecuente. Sus déficits motores y sensitivos predominan en la mitad superior de la parte contraria del cuerpo (faciobraquial). Los ojos se desvían hacia el hemisferio lesionado y si éste es el dominante, existe afasia.

En la afectación de la cerebral anterior, la clínica motora y sensitiva es de predominio en la mitad inferior (crural) de la parte contraria del cuerpo. Además, hay alteraciones intelectuales y de personalidad (apatía).

La cerebral posterior produce un síndrome talámico contralateral, que se caracteriza por afectación sensitiva y motora típicas (hemianestesia con hiperpatía y dolor talámico, junto con asterixis y movimientos pseudoatetoides de la mano ...). Como clínica visual, se observa hemianopsia contralateral respetando la mácula, debida a la lesión de la corteza occipital. La mácula está preservada gracias a vascularización extra, proporcionada por anastomosis de la cerebral posterior con otras arterias de la zona.

1. Vías principales de la médula.
Esquemáticamente podemos distinguir vías ascendentes (sensitivas) y vías descendentes (motoras).

Vías sensitivas:
Sensibilidad térmica y dolorosa: la primera neurona (ganglio sensitivo) entra por la raíz posterior en la médula, haciendo relevo en el asta posterior. El axón de esta segunda neurona se decusa cruzando la zona medular central y asciende a través del haz espinotalámico lateral. Es fácil comprender que, la lesión de dicho haz producirá anestesia termoalgésica por debajo y en el hemicuerpo contralateral.

Sensibilidad vibratoria, posicional y propioceptiva: es la sensibilidad que informa al cerebro de la posición de las articulaciones, tensión de los músculos, etc. y es esencial para mantener la postura y el equilibrio. Las fibras ascienden en la médula por los cordones posteriores sin hacer relevo ni decusarse, por lo que su lesión a nivel medular producirá hipoestesia propioceptiva homolateral. Al llegar al bulbo raquídeo, hacen relevo en los núcleos gracilis y cuneatus, se decusan y se unen a las de la sensibilidad termoalgésica para formar el lemnisco medial. Así llegan al tálamo, que es la estación donde se reúne toda la información sensitiva del hemicuerpo contralateral (incluida la cara) para ser enviada a la corteza, donde la información se hace consciente. Además de esta sensibilidad consciente, existe una información inconsciente que llega al cerebelo a través de los haces espinocerebelosos.

Vías motoras:
El 90% descienden, habiéndose decusado previamente en el bulbo, formando parte del cordón lateral de la médula. El 10% restante no se decusa y forma el haz corticoespinal anterior.

Vías ascendentes:



Vías descendentes:

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